Audiopoema - Cenicienta

Yo lloraba

De emoción

O de alegría

O de agonía

O de alcohol,

Ya no recuerdo

Vos te ibas

Del lugar

Como quien no quiere llamar la atención,

Sin pedir

Ni permiso,

Ni un momento,

Ni ayuda,

Ni nada

Yo interrumpía el llanto,

Te buscaba con la mirada,

Dudaba

Si ir a reclamar mi despedida,

Sin considerarlo mucho

Me lanzaba a la carrera

Te alcanzaba,

Te tocaba,

Te tomaba del hombro para detenerte,

Me aferraba

Sin fuerza,

Segura de que te darías vuelta

Y me darías de buena gana

Una explicación

Y una despedida como los demonios mandan

No sucedía,

Continuabas tu camino

Como si nada,

Tu campera negra

Se deslizaba,

Resbalaba de tus hombros,

Sin detenciones y con mucha gracia

Aterrizaba en mi mano,

Paralizada por la incredulidad

Yo tardaba en reaccionar,

Vos te alejabas sin mirar atrás,

La campera yacía en mi mano,

Paralizada

Por muchas sensaciones aparte de la incertidumbre 

Te miraba alejarte

Y pronto el sabor etílico en mi boca

Comenzaba a disparar una risa amarga

No eran las doce,

No sé qué hora era,

Interrumpía mi aliento,

Soltaba con pesar

Lo que parecía ser un intento de carcajada

¿Te busco,

Especie de absurda cenicienta inesperada?

¿Vale la pena recorrer todo este reino

Sobre el que no tengo dominio

Para devolverte la campera,

Ver si encaja 

Tu deseo

En el mío?

¿Te busco

Aún con el sabor de esta no-despedida

Que tanto recuerda a un fracaso?

¿Vale la pena

Probar todos los hombros

Sin olvidar tu rostro

Y sin sucumbir,

Sobre todo,

Ante mis propios demonios?

No puedo parar de reír

Como se ríe cuando no se llora.

Si me escucharas sabrías 

Que no soy princesa,

Sino bruja,

Que sí te voy a buscar,

Pero no te voy a rogar,

Que sí te voy a devolver la campera,

Pero no nos vamos a casar

Ni comer perdices,

Que te voy a buscar,

Pero no te voy a insistir;

Tal vez solo te reproche

Con esta risa amarga

Que irse corriendo sin explicaciones,

Dejar una pista

De forma tan suplicante y desesperada,

Pasó de moda

Hace ya muchos siglos,

Que sí me hubiera gustado

Verte después de las doce

Aunque tuviera que,

O quizás por la promesa de, 

Ver tu disfraz desaparecer